5 formas divertidas de apoyar el vocabulario emocional

enseñar palabras de emoción y apoyar el desarrollo del vocabulario emocional en los preescolares

Puede ser un reto enseñar a desarrollar el vocabulario emocional en los niños y enseñar palabras de emoción a los preescolares. En esta entrada del blog, descubrirás cómo reacciona nuestro cuerpo a nuestras emociones en situaciones amenazantes, cómo enseñar las palabras más comunes sobre emociones a los niños de preescolar y estrategias para ayudar a los niños pequeños a entender las emociones dándoles herramientas para apoyar su desarrollo emocional.

¡Oh, no! Ahí va Suzy de nuevo. Está llorando y no sé por qué. Parece herida. O tal vez esté nerviosa. O es sensible al entorno del aula. ¿Está irritada o molesta? Todo lo que hice fue entregarle el vaso rojo de agua. Me gustaría que conociera las palabras de emoción para comunicarse y así saber cuál es el problema.

Cómo enseñar palabras de emoción en preescolar para apoyar la alfabetización emocional y el desarrollo del vocabulario emocional a través del juego.

¿Qué es el vocabulario emocional?

¿Alguna vez te has sentido confundido por los gritos de tu hijo?

¿Sabía que existen más de 34.000 emociones diferentes?

El Dr. Robert Plutchik fue capaz de crear una rueda de emociones que categorizaba el vocabulario emocional en estas 8 áreas, haciendo una lista completa de emociones.

  1. Alegría
  2. Tristeza
  3. Confíe en
  4. Asco
  5. Miedo
  6. Ira
  7. Anticipación
  8. Sorpresa

Si existen más de 34.000 emociones, puede imaginarse lo que pueden sentir los niños con sólo 300-600 palabras al intentar comunicarlas.

Las rabietas y las crisis suelen producirse porque los niños no tienen el vocabulario emocional necesario para comunicar sus emociones de forma que los demás las entiendan. Puede haber un componente de experiencias personales o de estados afectivos que repercuta en la forma en que el niño expresa sus sentimientos en una situación determinada.

Piensa en Suzy desde el principio de este blog. Resultó que le asustaba el ruido de la batidora al hacer el batido que iba a llenar su vaso rojo. En el momento de irritación/tensión, estaba demasiado asustada para recordar las palabras que necesitaba, así que empezó a gritar en su lugar. No conocía las palabras de emoción para contarme el problema.

El vocabulario emocional, o la alfabetización emocional, es esencial para el desarrollo socioemocional del niño.

¿Por qué es importante el vocabulario emocional?

Y, ¿por qué es tan difícil que los niños utilicen palabras de emoción para comunicarse cuando están molestos?

A los niños pequeños les resulta muy difícil expresar con palabras lo que sienten.

El vocabulario emocional, como la impaciencia, la impotencia, el desasosiego, la desesperación, el nerviosismo, los sentimientos de angustia, la furia o los sentimientos de aprensión, contiene muchos significados que aún no forman parte del vocabulario del preescolar. Las emociones negativas que “se apoderan” de una situación en forma de rabieta, crisis nerviosa u otro comportamiento pueden afectar al estado de ánimo, al aprendizaje y a las relaciones personales.

Del mismo modo, las emociones positivas, como los sentimientos de felicidad, el optimismo, la excitación y los comportamientos eufóricos, pueden provocar dificultades para prestar atención, tonterías que interfieren en el aprendizaje o la seguridad, u otras tensiones en la autorregulación.

Son sentimientos que definitivamente vemos expresados en el lenguaje corporal, las expresiones faciales y el comportamiento del niño.

Cuando un niño tiene palabras para expresar sus emociones, desarrolla su resiliencia. Mejoran la alfabetización emocional para que puedan expresar verbalmente cómo se sienten. Los niños pasan de sentirse incomprendidos a sentirse seguros de su situación.

Y, cuando entendemos los componentes de la emoción, podemos ayudar al niño a desarrollar su alfabetización emocional dándole palabras que pueda recordar y utilizar incluso en el calor del momento.

El desarrollo de habilidades emocionales mediante la creación de una biblioteca de términos sobre las emociones también ayuda a los niños a desenvolverse en los entornos sociales de la escuela, el hogar, el aula y la comunidad. Esta competencia emocional se traslada con la experiencia y la práctica en el uso y la comprensión de los términos emocionales, sobre todo en los grandes sentimientos. Tener palabras para los sentimientos de los niños fomenta las interacciones positivas con los demás. La mejora del vocabulario emocional repercute incluso en la salud física. Un vocabulario emocional sólido llega con el tiempo y la práctica, pero el desarrollo de la experiencia ayuda de muchas maneras.

Todo esto está relacionado con la competencia emocional.

Todos tenemos un vocabulario emocional. Los preescolares necesitan ayuda para aprender los términos emocionales.

Alfabetización emocional

El 15 de enero de 2021, Carolyn MacCann Ph.D., Psychology Today explicó los cuatro componentes del profesor de psicología James Gross para sentir una emoción y el modelo de proceso de las emociones del profesor Klaus Scherre. Afirma:

“Tener emociones es una experiencia universal, y todas las personas del mundo se han sentido enfadadas, tímidas, asustadas o avergonzadas en algún momento de su vida. Según el profesor de psicología James Gross, hay cuatro componentes del sentimiento y la emoción:

  1. La situación en la que te encuentras (lo que te esté ocurriendo en ese momento)
  2. Los detalles a los que presta atención
  3. Su valoración de lo que significa la situación para usted personalmente
  4. Su respuesta, incluyendo los cambios físicos (como sonrojarse o temblar), y sus comportamientos (como gritar o llorar).”

A continuación, explica el modelo de proceso de componentes de la emoción del profesor Klaus Scherer, que incluye los siguientes 5 componentes de las emociones:

  1. Sentimientos (sentimientos subjetivos, como “tengo miedo”)
  2. Valoraciones (aunque los patrones, como “estoy bajo amenaza”)
  3. Expresiones (expresiones faciales y corporales de las emociones, como tener los ojos muy abiertos por el miedo)
  4. Tendencias de acción (la tendencia a preferir ciertas acciones como congelarse o esconderse); y
  5. Cambios físicos (síntomas físicos de la emoción, como mariposas en el estómago)”.

Imagina lo que debe sentir un niño pequeño al interpretar la situación que le rodea, al procesar lo que experimenta físicamente y al tratar de idear una solución a la situación, ¡todo al mismo tiempo! Veamos a Suzy, la niña que tiene miedo de la batidora.

Utilizando los cuatro componentes de los sentimientos y las emociones del profesor James Gross, es probable que sienta lo siguiente:

  1. La situación en la que te encuentras: mamá me acaba de dar una taza roja pero no puedo oír lo que dice porque se oye un fuerte gruñido procedente del mostrador.
  2. Los detalles a los que prestas atención: oigo sonidos de picado y gruñidos que son profundos y dan miedo.
  3. Tu valoración de lo que significa la situación para ti personalmente – La batidora está tan alta que no oigo hablar a mamá, ni siquiera me oigo a mí mismo diciéndole que pare.
  4. Su respuesta, incluyendo los cambios físicos – siento que mi corazón late más rápido, mis manos tiemblan un poco y estoy cerrando los ojos porque todos mis sentidos están sobrecargados. Nada ayuda, así que grito y lloro, esperando que mamá apague la licuadora.

Ahora veamos los 5 componentes emocionales del profesor Klaus Scherer mientras Suzie procesa sus emociones:

  1. Sentimientos – Tengo miedo.
  2. Valoraciones – Estoy en peligro. Mi madre está en peligro.
  3. Expresiones – Cierro los ojos con fuerza y tengo las manos sobre las orejas.
  4. Tendencias de acción – Grito porque mamá no me oye.
  5. Cambios físicos: siento que mi corazón late más rápido, mis manos tiemblan un poco y cierro los ojos porque todos mis sentidos están sobrecargados.

¡Vaya! ¿Cómo te sientes después de vivir en primera persona lo que Suzy está experimentando? Si al menos le diera un tirón a la camiseta de mamá y le dijera “apaga la batidora, me da miedo el ruido fuerte”.

¿Qué se puede hacer para aumentar el vocabulario emocional de los niños?

Los adultos tienen años de experiencia procesando sus emociones y aprendiendo a comunicarlas, pero los niños necesitan ayuda. El aprendizaje de las palabras de emoción es la forma en que los preescolares pueden pedirnos ayuda.

Las actividades que enseñan el vocabulario emocional y las palabras específicas de las emociones a los niños pequeños de forma que las entiendan y las recuerden, harán que les resulte más fácil recordar las palabras correctas para describir sus sentimientos, incluso cuando se encuentren en una situación estresante. Las lecciones de palabras de emoción se enseñan mejor a través de un enfoque activo. Aquí tienes cinco formas divertidas de enseñar palabras de emoción a los niños de preescolar.

Se trata de actividades prácticas y multisensoriales para favorecer el desarrollo emocional de los niños pequeños. Son herramientas para desarrollar y utilizar el vocabulario emocional. Son formas divertidas de desarrollar la experiencia personal en el desarrollo del vocabulario emocional.

5 formas divertidas de enseñar a los niños de preescolar palabras relacionadas con las emociones

1.¡Practica el vocabulario emocional con los platos de papel con cara de emoción!

Abordar esas habilidades motoras finas mientras se enseñan las palabras de emoción. Comprender las expresiones faciales que corresponden a los sentimientos ayuda a los niños a identificar y describir cómo se sienten los demás, para saber cómo responder.

El uso de manualidades basadas en el juego, como los platos de papel, reforzará el hecho de que diferentes expresiones significan cosas diferentes. Cuando un niño esté molesto, pídele que se mire en el espejo y vea si puede decirte lo que dice su cara. ¿Su cara es feliz, triste, enfadada o enfadada? Una vez que respondan con el vocabulario emocional, puedes preguntar “¿por qué tienes la cara así?”.

Actividades como ésta ofrecen a los niños la oportunidad de practicar las expresiones faciales y el lenguaje corporal mientras practican las palabras de emoción.

2. Utilizar la calma con apoyos sensoriales para mejorar el vocabulario emocional.

Estas increíbles ideas de calma con temática otoñal ayudarán a los niños a regularse para que puedan recordar todas esas palabras de sentimientos que les enseñamos. Mientras utiliza el paseo de animales de otoño, haga que su hijo ponga una cara de sentimiento mientras “salta como una ardilla”, como por ejemplo “¡salta como una ardilla enfadada!”

Los niños recuerdan el nuevo vocabulario emocional mientras se mueven.

3. Leer libros sobre cómo calmarse y hablar de las emociones.

Calmando a Sammy crea un giro positivo para calmar y hablar de los sentimientos. Este programa de tres pasos utiliza indicaciones táctiles y señales visuales de un simpático golden retriever llamado Sammy.

Calmar a Sammy es un libro y un plan de estudios creados para desarrollar el vocabulario emocional del niño y enseñarle a calmarse de forma positiva.

A medida que los niños leen la historia, las sencillas imágenes refuerzan las lecciones, que incluso los niños de 2 años entenderán. Después, permita que su hijo construya la casa de Sammy con una caja vacía y coloque en ella objetos sensoriales para calmarlo.

Anímales a visitar la casa de Sammy y a leer su libro cuando se sientan abrumados. Una vez que se haya calmado, habla con tu hijo de preescolar sobre las emociones y sobre cómo comunicar lo que siente.

La alfabetización emocional es la capacidad de identificar, comprender y responder a las emociones en uno mismo y en los demás de forma saludable, y el uso de los libros es una forma poderosa de practicar estas habilidades.

Conozca más sobre Soothing Sammy aquí.

Utiliza a Soothing Sammy para enseñar las emociones a través del juego.

4. Juega a los juegos de espejos de patrones de emoción.

Enseñar a los niños sobre los patrones no sólo tiene que ser en papel o con objetos, podemos utilizar patrones de juego para enseñar a los preescolares sobre sus sentimientos.

Los niños aprenden mucho mirándose al espejo. Enciende la luz del baño o coge un espejo plegable y colócalo en el suelo.

Pídale a su hijo que ponga la cara de sentimiento que usted dice, cuando usted lo dice (feliz, triste, contento, triste). Haz por turnos (como adulto) las caras que nombran tus hijos. Este juego te hará reír. Repite con más palabras de emoción. Conozca más sobre esta actividad aquí.

5. Juega a las tarjetas de memoria de la emoción.

La repetición es la base de la memoria. Qué mejor manera de aprender nuevas palabras de emoción que las tarjetas de emoción.

Mi forma favorita de hacerlo es con fotos reales de niños poniendo caras de diferentes emociones. Imprime 2 copias de tu hijo haciendo cada una de las siguientes caras: enfadado, triste, asustado, sorprendido, molesto y emocionado. Coloque las imágenes al revés (todas mezcladas) y vea si su hijo puede unirlas.

A medida que su hijo aprenda estas palabras, cree más caras ilustradas de nuevas emociones para crear una lección de palabras de emoción más avanzada.

*Nota: si tu hijo tiene menos de 4 años, empieza colocando las cartas boca arriba para que las emparejen.

Una nota final sobre el vocabulario emocional

Las emociones no tienen por qué sacar lo mejor de nosotros, ni de nuestros hijos. Si aprendemos las palabras que acompañan a nuestras emociones, podremos resolver los problemas con la familia y los amigos. Aprender el lenguaje emocional ayudará a nuestros hijos cuando sean niños pequeños, en edad preescolar y hasta la edad adulta.

Estas cinco actividades súper divertidas sobre las emociones hacen que el aprendizaje de las palabras sobre las emociones sea ameno y entretenido. Después de repetir estos juegos varias veces, la pequeña Suzy será capaz de decirme que está asustada por la ruidosa batidora, en lugar de gritarme cuando estoy intentando hacerle una golosina saludable.

Jeana Kinne is a veteran preschool teacher and director. She has over 20 years of experience in the Early Childhood Education field. Her Bachelors Degree is in Child Development and her Masters Degree is in Early Childhood Education. She has spent over 10 years as a coach, working with Parents and Preschool Teachers, and another 10 years working with infants and toddlers with special needs. She is also the author of the “Sammy the Golden Dog” series, teaching children important skills through play.

Actividades de resolución de problemas para preescolares

Habilidades de resolución de problemas en preescolar

Puede ser frustrante que los niños actúen sin pensar en las consecuencias. En esta entrada del blog, aprenderá sobre el desarrollo de la resolución de problemas en partes específicas de nuestro cerebro, descubrirá aspectos importantes del funcionamiento ejecutivo que influyen en las habilidades de resolución de problemas, cómo enseñar a resolver problemas a los niños en edad preescolar y actividades de resolución de problemas para niños en edad preescolar y niños pequeños para que puedan usar palabras en lugar de comportamientos o rabietas.

Habilidades de resolución de problemas en preescolar

Actividades de resolución de problemas para preescolares

Antes de entrar en las actividades de resolución de problemas para niños en edad preescolar, y en las estrategias específicas para utilizar en la primera infancia, es importante entender el desarrollo del proceso de resolución de problemas en los niños. Apoyar a los niños pequeños dándoles las habilidades necesarias para resolver problemas requiere tiempo y práctica. Más adelante hablaremos de esas estrategias específicas.

Pero primero, ¿te suena este escenario…

No entiendo por qué Johnny sigue tirando la pelota en la casa. ¿No se ha dado cuenta de que podría romper la ventana? Johnny tiene tres años y le encanta jugar con su pelota de tenis en la casa. Aunque le he dicho una y otra vez que no los tiramos en la casa, todavía lo sorprendo metiéndolos a escondidas al menos una vez a la semana.

Antes de que podamos abordar la resolución de problemas ayudando a los niños a tener una visión global y a idear soluciones creativas para la resolución de problemas, tenemos que entender lo que está ocurriendo a nivel de desarrollo. La autorreflexión es una habilidad cognitiva que supone un reto, ¡y para los alumnos más jóvenes!

Veamos mejor el desarrollo de las habilidades de resolución de problemas…

Desarrollo de la capacidad de resolución de problemas en los niños de preescolar

Desarrollo de habilidades para la resolución de problemas

Es a través del juego, de la observación de los demás y de la práctica como los pequeños aprendices desarrollan sus habilidades de resolución de problemas en la primera infancia.

La resolución de problemas, el pensamiento racional y el razonamiento son habilidades controladas por una parte de nuestro cerebro llamada corteza prefrontal. Nuestros cerebros crecen exponencialmente durante los primeros cinco años de vida, pero no la parte de nuestro cerebro que nos ayuda con el pensamiento crítico y la capacidad de resolver problemas. Esta parte de nuestro cerebro, llamada corteza prefrontal, no se desarrolla completamente hasta que cumplimos 25 años.

Cuando somos bebés, estamos expuestos cada día a nuevas experiencias, pero a esta edad no comprendemos cómo estas experiencias nos afectan a nosotros y a los que nos rodean. Si los niños pudieran pensar en sus problemas. Este recurso sobre las habilidades de funcionamiento ejecutivo ofrece más información.

¿Te has dado cuenta de que puede dar un poco de miedo cuando los adolescentes se sacan el carné de conducir? No siempre piensan en “lo que podría pasar”. Esto se debe a que su corteza prefrontal no está completamente desarrollada.

¿Pero qué pasa con nuestros hijos de tres y cuatro años? Sabemos que pueden contar, hacer preguntas y sacar la galleta del mostrador de forma muy disimulada cuando no estamos mirando. En el estudio Early Years de 2011 llamado Making decisions, Taking action, describen que el córtex prefrontal entra en un rápido periodo de desarrollo, realizando interconexiones críticas con nuestro sistema límbico. (enlace: )

Este estudio afirma que “las vías del córtex prefrontal que subyacen a estas capacidades son exclusivas del cerebro humano y tardan mucho en madurar. Las primeras conexiones comienzan en la infancia. Entre los 3 y los 5 años, los circuitos del córtex prefrontal entran en un rápido periodo de desarrollo y establecen interconexiones críticas con el sistema límbico. Durante la adolescencia y los primeros años de la edad adulta, las vías neuronales se perfeccionan y se vuelven más eficaces”.

¿Qué tiene de bueno esta parte del cerebro?

A medida que el córtex prefrontal (situado detrás de los ojos) se desarrolla a lo largo de los años, somos capaces de afrontar las situaciones de forma diferente, evaluando nuestro entorno de una manera nueva. A medida que desarrollamos estas nuevas habilidades de funcionamiento ejecutivo, somos capaces de mantenernos a salvo, construir amistades y tener éxito en nuestras carreras.

Este informe revisado por Merve Cikili Utyun, titulado Periodo de desarrollo del córtex prefrontal, analiza lo sorprendente que es esta parte de nuestro cerebro y cómo cada una de las tres secciones controla diferentes aspectos de nuestro funcionamiento. En él se indica que:

” El PFC incluye las siguientes áreas de Broadman (BA): 8, 9, 10, 11, 12, 44, 45, 46, 47. “El córtex frontal dorsolateral (BA) 9/46 ha funcionado en muchos procesos cognitivos, incluyendo el procesamiento de la información espacial, la monitorización y manipulación de la memoria de trabajo, la implementación de estrategias para facilitar la memoria, la selección de respuestas, la organización del material antes de la codificación y la verificación y evaluación de las representaciones que han sido recuperadas de la memoria a largo plazo.

El córtex frontal medio-ventral (BA 47) está implicado en funciones cognitivas, como la selección, comparación y juicio de estímulos en la memoria a corto y largo plazo, el procesamiento de información no espacial, el cambio de tareas, el aprendizaje inverso, la selección de estímulos, la especificación de pistas de recuperación y la “codificación de elaboración” de la información en la memoria episódica.

La BA 10, la parte más anterior del CPF, es una región del córtex de asociación que se sabe que está implicada en funciones cognitivas superiores, como la planificación de acciones futuras y la toma de decisiones. Las BAs 44 y 45, incluyen parte del frontal inferior y las funciones de estas regiones son la producción del lenguaje, el control motor lingüístico, la secuenciación, la planificación, la sintaxis y el procesamiento fonológico.

Por último, el córtex orbitofrontal en su mayoría (BA 47, 10, 11, 13) en el córtex orbitofrontal ha sido implicado en procesos que implican el valor motivacional o emocional de la información entrante, incluyendo la representación de reforzadores primarios (no aprendidos) como el gusto, el olfato y el tacto, la representación de las relaciones aprendidas entre estímulos neutrales arbitrarios y recompensas o castigos, y la integración de esta información para guiar la selección de respuestas, la supresión y la toma de decisiones.”

¡Vaya! No es de extrañar que esta parte de nuestro cerebro tarde tanto en desarrollarse plenamente. Las habilidades de resolución de problemas en los preescolares tardan en desarrollarse.

Cuando Juanito está lanzando la pelota dentro de la casa, está pensando en lo que está sucediendo ahora, en el presente. No lo que ha sucedido en el pasado (cuando rompió la ventana en casa de la abuela hace un año) o que romper una ventana pueda suceder en el futuro.

¿Cuáles son algunas técnicas de resolución de problemas?

La resolución de problemas es una habilidad con la que todos los preescolares necesitan apoyo. Esta habilidad crítica no se consigue de la noche a la mañana. Se necesita tiempo y práctica para que se convierta en algo natural.

Es difícil para nosotros, como adultos, recordar que los niños de 3 a 5 años (en edad preescolar) aún no tienen la capacidad cerebral de resolver problemas por sí mismos, o de recordar lo que aprendieron de una situación hace una semana.

Como cuando Andrew estaba pintando en el caballete y su pincel se atascó en el recipiente. En lugar de pedir ayuda o intentar “despegar” el cepillo, gritó. O cuando Sally y Samantha salieron corriendo para coger la pelota roja hinchable, Samantha gritó cuando Sally la cogió primero. No vio la otra pelota roja que estaba en el cubo junto a las bicicletas.

Prueba algunas de estas actividades de resolución de problemas para niños:

Observación: los niños necesitan estrategias de resolución de problemas que puedan observar y luego practicar en su vida cotidiana. Deja que los niños te vean hablar de los problemas mientras “descubres” una solución. Esto da a los niños la oportunidad de ver un enfoque de resolución de problemas en situaciones de la vida real. Pueden ver escenarios de resolución de problemas en acción.

Repetición – La repetición favorece el crecimiento del cerebro en todas las áreas del desarrollo, incluyendo la resolución de problemas, el funcionamiento ejecutivo, el desarrollo motor, las habilidades lingüísticas y el desarrollo social.

Actividades multisensoriales: los niños aprenden mejor con pistas multisensoriales, aprendiendo nuevas habilidades a través de la vista, el tacto, el oído y la experiencia de las habilidades que están aprendiendo. En 2013, la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos publicó un artículo titulado Neuropsychiatr Dis Treat. en el que se afirma que “La corteza prefrontal adquiere información de todos los sentidos y orquesta los pensamientos y las acciones para lograr objetivos específicos.” (enlace: https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC3621648/)

Actividades creativas – La resolución de problemas es una habilidad con la que todos los preescolares necesitan apoyo. Es difícil para nosotros, como adultos, recordar que aún no tienen la capacidad cerebral para resolver problemas por sí mismos. La mejor manera de enseñar a los niños a resolver problemas, es crear actividades que apoyen estas nuevas habilidades de una manera positiva, que su cerebro en desarrollo entienda.

Actividades de resolución de problemas para preescolares

Aquí hay 3 maneras sencillas de enseñar a los preescolares a resolver problemas

1.La enseñanza de habilidades de funcionamiento ejecutivo y de resolución de problemas en situaciones cotidianas favorecerá el crecimiento del córtex prefrontal del niño. Por ejemplo, estas actividades que enseñan el funcionamiento ejecutivo en la playa muestran cuánto se piensa y se prepara para construir un simple castillo de arena.

  • Los niños tienen que pensar en la cantidad de arena que van a utilizar, en cómo mantenerla en pie, en cómo evitar que les entre arena en los ojos y en cómo crear otra si la que están construyendo se cae.
  • Deben crear, planificar con antelación, resolver problemas cuando las cosas se ponen difíciles y comunicarse con los adultos y los compañeros para pedir ayuda.

¿Qué otras actividades realiza su hijo de forma habitual que requieran la activación de todas las áreas del córtex prefrontal?

2.Cuando los niños se alteran, sus emociones se vuelven tan abrumadoras que no pueden pensar. Para calmarse y resolver problemas, necesitan acceder a una forma multisensorial que les ayude a recordar cómo hacerlo.

Soothing Sammy da a los niños señales táctiles y visuales que les recuerdan cómo calmarse y resolver los problemas de una manera apropiada para su desarrollo. Se les puede recordar este refuerzo positivo con dos palabras: “¡Tiempo de Sammy!”.

Al leer el libro sobre el dulce golden retriever, que comprende que todo el mundo se siente molesto a veces, se anima a los niños a utilizar todas las estrategias sensoriales para calmarse. Pueden hablar con Sammy sobre lo que ocurre y pensar en su problema para crear una solución.

La hija de cuatro años de Ashlie hizo precisamente esto. Ella informa: “Cuando Molly estaba teniendo grandes emociones por colorear un dibujo y necesitaba calmarse, visitó a Sammy y volvió con una solución al problema que se le ocurrió a ella sola (bueno con la ayuda de Sammy)”.

Haga clic aquí para obtener más información sobre los recursos de Soothing Sammy.

3.La resolución de problemas requiere que recordemos lo que acaba de ocurrir, lo que está ocurriendo ahora y lo que queremos que ocurra a continuación. El cerebro de un niño de preescolar tiende a mezclar estas tres situaciones, sin ser capaz de comunicar ninguna de ellas hasta que se lo indique un adulto. Y como adulto, nos quedamos “adivinando” lo que nuestros hijos están pensando. Las señales visuales son una maravillosa herramienta de comunicación sensorial para ayudar a los niños y a los adultos a resolver problemas.

Utilizar herramientas como las tarjetas “Primero/A continuación ” para apoyar situaciones rutinarias y comunes como las transiciones y la realización de tareas. El uso de imágenes comunica claramente lo que hay que hacer, sobre todo si se utilizan fotografías de niños reales realizando estas tareas.

Una nota final sobre las habilidades de resolución de problemas en preescolar

Resolver problemas es difícil para los niños pequeños, incluso para los adolescentes, ya que su córtex prefrontal aún no está completamente desarrollado. El uso de herramientas de enseñanza multisensorial para apoyar el desarrollo del cerebro, la práctica de tareas que enseñan habilidades de funcionamiento ejecutivo y el uso de herramientas apropiadas para el desarrollo para ayudar a los niños a calmarse, ayudarán a que incluso los momentos más frustrantes sean un poco menos estresantes para los niños y los adultos.

A medida que aprendemos a ser más pacientes con los niños, comprendiendo que la parte de su cerebro necesaria para resolver problemas está empezando a desarrollarse, repetir las mismas instrucciones una y otra vez puede no ser tan frustrante. Nuestros hijos lo hacen lo mejor que pueden. Depende de nosotros proporcionarles experiencias que ayuden a su cerebro a crecer y desarrollarse.

Jeana Kinne is a veteran preschool teacher and director. She has over 20 years of experience in the Early Childhood Education field. Her Bachelors Degree is in Child Development and her Masters Degree is in Early Childhood Education. She has spent over 10 years as a coach, working with Parents and Preschool Teachers, and another 10 years working with infants and toddlers with special needs. She is also the author of the “Sammy the Golden Dog” series, teaching children important skills through play.

Aprendizaje multisensorial: Actividades sobre las emociones

actividades de aprendizaje multisensorial de las emociones para preescolares

En esta entrada del blog, descubrirás 4 actividades multisensoriales sobre las emociones para niños en edad preescolar que utilizan el aprendizaje y la exploración multisensorial para promover la inteligencia emocional de los niños en edad preescolar. Veamos estas actividades socioemocionales para niños de 3 a 5 años. En esta entrada del blog, aprenderás cómo enseñar a los niños sobre las emociones a través de actividades prácticas de aprendizaje, diseñadas para ayudar a los niños a recordar cómo procesar sus sentimientos incluso en momentos de estrés.

actividades de aprendizaje multisensorial de las emociones para preescolares

Aprendizaje multisensorial: Actividades sobre las emociones

Cuando los niños están abrumados, no atienden a razones. El aprendizaje de nuevas habilidades a través del juego, utilizando formas multisensoriales, ayuda a los niños a recordar estas habilidades en un momento.

¿Qué ocurre cuando sienta a su hijo para enseñarle una nueva habilidad? ¿Recuerdan lo que han aprendido 5 minutos después? ¿Parecen interesados en escuchar cómo les hablas o estarían más comprometidos con su aprendizaje si resolvieran activamente un problema contigo?

Si utilizamos al menos dos de los siguientes 4 componentes para enseñar nuevas habilidades emocionales, los niños (incluso los adultos) recordarán mejor.

  1. Tacto/Táctil
  2. Vista/Visual
  3. Sonido/Auditoría
  4. Movimiento

¿Por qué los niños aprenden a gestionar mejor sus emociones cuando aprenden una nueva habilidad de múltiples maneras?

Aprendizaje multisensorial

El aprendizaje multisensorial involucra todas las partes de nuestro cerebro y nuestro cuerpo. Un artículo sorprendente habla de que el aprendizaje multisensorial es una estrategia eficaz para enseñar a leer a los alumnos.

Al profundizar en el tema de la lectura, describen la neurociencia que hay detrás del aprendizaje multisensorial como “el cerebro humano ha evolucionado para aprender y crecer en un entorno multisensorial.

Según la teoría del aprendizaje de todo el cerebro, todas las funciones cerebrales están interconectadas por esta razón. Recordamos mejor cómo hacer las cosas cuando las instrucciones que se nos dan involucran múltiples sentidos.

La definición de aprendizaje multisensorial, por tanto, consiste en utilizar la neurociencia que subyace a la forma en que aprendemos para impartir lecciones que involucren dos o más sentidos.

La mayoría de los educadores incorporan a sus tareas material multimedia de tipo sonoro o visual, pero el aprendizaje multisensorial puede incluir también material táctil, olfativo y gustativo. Mientras la actividad involucre múltiples áreas del cerebro, puede ayudar a los estudiantes a desarrollar recuerdos más fuertes en torno a cómo hacerlo”.

La definición de aprendizaje multisensorial consiste en utilizar la neurociencia que subyace a la forma en que aprendemos para impartir lecciones que involucren dos o más sentidos.

Aprendizaje multisensorial de las emociones

Cuando enseñamos a los niños a responder a sus sentimientos y a los de los demás, podemos utilizar pistas táctiles, visuales, de movimiento y auditivas para que estas actividades sean más significativas y memorables.

Veamos algunas formas en que el uso de los sentidos como herramienta apoya el desarrollo en estas actividades de aprendizaje multisensorial de la emoción basadas en los sistemas sensoriales.

Experiencias táctiles y actividades emocionales

Cuando escuchas la palabra “calabaza”, ¿qué sientes? ¿Se encoge al instante? ¿Piensas en las semillas de calabaza que hay dentro de una calabaza y sientes hambre?

Tocar algo afecta directamente a los receptores táctiles de nuestra piel. Esta señal se desplaza por nuestro cuerpo hasta el tálamo, que transmite la información al cerebro. Este poderoso sentido ayuda a nuestro cerebro a entender lo que estamos haciendo y a asociar una emoción que va unida a esa actividad (como “¡qué asco!” o “¡esto está caliente!”)

Cuando tenemos una experiencia positiva aprendiendo una nueva habilidad a través del tacto, nuestro cerebro recuerda esa sensación y facilita el recuerdo de la experiencia. Si utilizamos actividades táctiles en nuestro enfoque pedagógico, los niños podrán recordar lo que hicieron y por qué, lo que facilitará el recuerdo de las nuevas habilidades.

Los niños se comprometen durante más tiempo con las experiencias táctiles.

Actividades de procesamiento visual y emociones

Cuando los niños son pequeños, necesitan muchos gestos con las manos para saber qué hacer cuando se les da una indicación. Ver una acción les ayuda a comprender. Cuando los niños están aprendiendo a nombrar objetos, mostrarles imágenes de objetos (o mostrarles el objeto) les permite asociar el nombre del objeto. Esto es válido para todas las actividades de aprendizaje. Observar imágenes que explican un nuevo concepto, como las caras de las emociones o las letras de un libro, ayuda a los niños a recordar.

Según este artículo, el 65% de la población es visual. Oír una dirección o un sonido entra en nuestra memoria a corto plazo, mientras que ver algo entra en nuestra memoria a largo plazo. Según este informe,

Una de las formas más sencillas de garantizar que los alumnos almacenen la información en su memoria a largo plazo es emparejar los conceptos con imágenes significativas. Los elementos visuales ayudan a los alumnos a dar sentido al contenido y a dirigir la atención, aumentando las posibilidades de que los alumnos recuerden el material.”

Los elementos visuales ayudan a recordar más rápidamente.

Actividades sobre el sistema auditivo y las emociones

Escuchar música durante las actividades nos mantiene tranquilos y alerta. Los sonidos de la naturaleza, los sonidos ambientales y las palabras comunicativas ayudan a nuestro cerebro a recordar cosas concretas. ¿Recuerdas qué canción bailaste en tu boda? ¿O los 10 mayores éxitos de 1985? Apuesto a que si escuchas una sola palabra, frase o puente instrumental de cualquiera de esas canciones, ¡estarás cantando a pleno pulmón en minutos!

Cuando los niños aprenden nuevas habilidades, emparejadas con una canción, como “Old MacDonald”, “Twinkle Twinkle Little Star” o “BINGO”, recuerdan los sonidos de los animales, cómo deletrear BINGO (aunque todavía no sepan deletrear su propio nombre) y que las estrellas están en el cielo. Emparejar las nuevas habilidades con refranes o canciones nos ayuda a recordar la lección rápidamente. ¿Hay alguna canción de emoción que conozcas?

Los apoyos auditivos ayudan a los niños a recordar más fácilmente.

Actividades sobre el sistema cinestésico y las emociones

Según este enlace, en un artículo de Marwa Abdelbary, fisioterapeuta, los niños son capaces de recordar más cuando el movimiento está integrado en su día.

Informa de que “los estudios demuestran que los niños que son más activos muestran una mejor concentración, un procesamiento cognitivo más rápido y una retención de la memoria más satisfactoria que los niños que se pasan el día sentados. Mantener el cuerpo activo favorece la claridad mental al aumentar el flujo sanguíneo al cerebro, lo que hace que la actividad sea vital tanto para el aprendizaje como para la salud física y neurológica.”

El aprendizaje en movimiento hace intervenir la memoria muscular y nuevas áreas del cerebro.

Aprendizaje multisensorial para la conciencia emocional

Cuando se le enseña a un niño una nueva habilidad utilizando todos los componentes, ¡lo recordará mejor!

Este “Plan de estudios del alfabeto lúdico” es un gran ejemplo de cómo enseñar el nombre y el sonido de cada letra mediante juegos visuales, táctiles, de movimiento y de recuerdo.

Comienza con la lectura de un libro interactivo del abecedario, y luego presenta cada letra con cinco actividades diferentes: sensoriales, artísticas, de movimiento y de alfabetización. Cada una de estas actividades utiliza una parte diferente del cerebro para aprender el nombre y el sonido de las letras.

Enseñar a los niños palabras de emoción y cómo procesar sus sentimientos es una habilidad muy importante. Enseñémosles usando todos los sentidos para que puedan recordar más rápido.

Anteriormente hemos tratado estrategias específicas para enseñar el vocabulario emocional a los niños de preescolar. Asegúrese de utilizar esas estrategias de palabras de emoción.

Actividades de aprendizaje multisensorial para enseñar las emociones a los preescolares

4 Actividades sobre las emociones utilizando varios sentidos

Estas actividades de aprendizaje multisensorial de la emoción utilizan múltiples sentidos para enseñar a los niños en edad preescolar y hacerles participar en el aprendizaje multisensorial a través del juego y las actividades prácticas.

Actividad emocional multisensorial nº 1: Cálmate y recuerda cómo resolver los problemas con “Sammy el Calmante”

Calmando a Sammy” da un giro positivo a la hora de calmarse y hablar de los sentimientos. Este programa de tres pasos utiliza componentes táctiles, visuales, auditivos y de movimiento para enseñar a los preescolares todo sobre sus emociones. En primer lugar, lea el cuento “Sammy se calma”, y luego practique todas las formas de calmarse (bebiendo agua, apretando una pelota, saltando, etc.) Después, deje que su hijo construya la casa de Sammy con una caja vacía y coloque en ella objetos sensoriales para calmarse.

Anímales a visitar la casa de Sammy y a leer su libro cuando se sientan abrumados. Poner la música de Sammy, crear la máscara de Sammy y completar las actividades para calmarse (como la mezcla de burbujas de lavanda) para ayudar a los niños a recordar cómo calmarse cuando se sienten abrumados.

Actividad multisensorial de la emoción nº 2: ¡utiliza un tema divertido!

Este mazo de diapositivas con temática de ranas ofrece una forma divertida de trabajar la identificación de expresiones faciales y de practicar las habilidades de memoria visual.

Se pueden añadir componentes de movimiento y auditivos a cualquier juego, incluido este increíble juego de diapositivas con temática de ranas. Después de que tus hijos relacionen las emociones con las imágenes, recrea la escena pidiéndoles que salten como una rana. Añade un poco de música para iniciar un baile congelado. Cuando se detenga la música, haz que el niño salte como una rana y ponga cara de emoción. ¡Qué cara ponen!

Actividad multisensorial de las emociones nº 3: Aclarar las expresiones faciales y los nombres de las emociones.

Utiliza esta hoja de trabajo de aprendizaje socio-emocional como guía.

Este obsequio es una forma estupenda de incitar a los niños de preescolar a pensar en sus emociones. Aunque sean demasiado pequeños para escribir, vamos a introducir un elemento visual en su lugar, ¡un espejo! Pregúntale a tu hijo qué es lo que le entristece, y luego pon una cara triste en el espejo. Si está disponible, tome una foto de su hijo haciendo la cara, imprímala y permita que su hijo haga su propio libro de expresiones faciales.

Actividad multisensorial emocional nº 4: Muévete con el trabajo pesado.

Añade plastilina y movimiento a este adorable set de emociones de bichos.

El trabajo pesado activa el sistema propioceptivo y añade valor cinestésico al aprendizaje. Utilizar la plastilina como actividad de trabajo pesado ayuda a que el aprendizaje se “pegue” y hace que las actividades sean divertidas y atractivas.

Estos adorables bichos experimentan muchos sentimientos diferentes. Haz que tu hijo ponga la misma cara que el bicho y luego imite cómo se mueve. ¿Se desliza por el suelo? ¿Se arrastra o vuela batiendo las alas? A continuación, con plastilina y una superficie dura, haz que tu hijo haga el bicho y cree su cara de emoción con un palillo.

Una nota final sobre el aprendizaje multisensorial y las emociones…

Estas actividades de aprendizaje multisensorial de las emociones están diseñadas para ayudar a los niños de preescolar a desarrollar sus habilidades sociales y emocionales de forma divertida.

El aprendizaje de nuevas habilidades a través de actividades multisensoriales ayuda a los niños a recordar sus lecciones más rápidamente. Mediante mejoras visuales, táctiles, de movimiento y auditivas, cualquier actividad puede ser eficaz. Enseñar nuevas habilidades a través del juego, utilizando más de dos componentes sensoriales, ayudará a los niños a recordar cómo responder a sus sentimientos de forma rápida y adecuada en una variedad de situaciones.

La generalización de esta habilidad a través de experiencias de aprendizaje multisensorial ayudará a los preescolares en casa, en la escuela y en la comunidad.

¿Cómo puedes incorporar estas actividades de aprendizaje multisensorial de las emociones en tu casa o en tu aula?

Jeana Kinne is a veteran preschool teacher and director. She has over 20 years of experience in the Early Childhood Education field. Her Bachelors Degree is in Child Development and her Masters Degree is in Early Childhood Education. She has spent over 10 years as a coach, working with Parents and Preschool Teachers, and another 10 years working with infants and toddlers with special needs. She is also the author of the “Sammy the Golden Dog” series, teaching children important skills through play.